El piloto asturiano Fernando Alonso siempre ha sido considerado como uno de los más grandes talentos en la Fórmula 1 en las últimas dos décadas. Consiguió ganar dos Campeonatos del Mundo consecutivos, en 2005 y 2006, y fue subcampeón en 2010, 2012 y 2013. Tuvo que competir contra algunos de los mejores pilotos de la historia, y logró llevar a su escudería, Renault, a lo más alto en sus años de gloria. Sin embargo, en los últimos tiempos su carrera había languidecido, quedando fuera de la F1 durante varios años a falta de un buen proyecto.
Tras volver con Alpine el año pasado, el piloto recuperó sensaciones, pero volvió a quejarse de la falta de oportunidades por el vehículo que conducía. Eso le hizo tomar la decisión de fichar por Aston Martin para esta nueva temporada, todo un acierto a la vista de su estreno en la competición oficial. El GP de Bahrein abrió la temporada con la esperada victoria de Max Verstappen, que apunta a consolidar su liderato por tercer año consecutivo. La verdadera noticia, sin embargo, fue el podio de Alonso, con un tercer puesto que sabía a gloria, ya que el asturiano no se subía a un podio desde 2021.
¿Casualidad o verdaderas opciones para Alonso y su Aston Martin? La carrera realizada por el asturiano, con varios adelantamientos increíbles, fue estelar, justo lo que esta disciplina necesita para reenganchar a los aficionados. Por ahora, las apuestas de Bwin ya colocan a Alonso como tercer candidato favorito para llevarse el título este año, muy lejos, eso sí, de Verstappen, que sigue intratable en lo más alto.