Tras el Gran Premio de Hungría en el que Max Verstappen consiguió aumentar su ventaja sobre sus perseguidores ganando su octava carrera de este curso, la temporada va a pararse durante un mes hasta el próximo GP de Bélgica, a finales de agosto. Un parón en el que ya se están dando diversos movimientos dentro de las escuderías, con especial atención a Fernando Alonso y su fichaje por Aston Martin, con toda la polémica que ha generado eso en su actual equipo, Alpine. Llama la atención que el asturiano haya decidido cambiar al cuarto equipo mejor posicionado por el penúltimo, pero hay muchas explicaciones para ello…
El Mundial de Constructores es, desde hace tiempo, campo vetado para cualquier escudería más allá del duelo que siempre baten Ferrari y Red Bull. Da igual que Mercedes cuente también con grandes pilotos, o que Alpine se esté defendiendo este año mejor que nunca gracias precisamente a Alonso. Italianos y austríacos están peleándose por terminar primeros en la clasificación final, y la ventaja es para Red Bull, que saca casi 100 puntos a su perseguidor. Tanto es así que las apuestas de Bwin le dan como ganador del Mundial de Constructores, con una cuota de @1,11, mientras que Ferrari se debe conformar con la cuota de @7,50.
En condiciones normales, Ferrari estaría mucho más cerca de Red Bull gracias a que sus dos pilotos siempre están peleando por podios, mientras que en el caso de los austríacos, Verstappen y Pérez casi siempre terminan arriba, cumpliendo las expectativas. Con semejante ventaja a estas alturas parece difícil que Ferrari pueda arrebatarles un nuevo Campeonato de Constructores.
